La violencia de los hijos e hijas de las mujeres víctimas de violencia de genero suele ser invisible. Puede que alguno de los menores no hayan sufrido violencia directa tanto física como psicológico, lo cual no es cierto en la mayoría de los casos, sino que sufren la exposición a esa violencia. Esta exposición va a afectar a esos niños y niñas a nivel físico y a nivel psicológico, afectando a su desarrollo como individuos.
Se estima que el número de niños y niñas expuestos a violencia doméstica en países desarrollados es de 11,3 millones y que en España los datos serían de 144.000 menores expuestos a ella.
Estas repercusiones aumentan debido a que la figura que ejerce la violencia es el progenitor, figura central y de referencia para el menor y que esta violencia se suele producir en el interior del hogar. Las bases que van a ser alteradas en los menores es su relación de apego (relación afectiva que se produce con el niño y su cuidador), relación que es la base afectiva segura para iniciar y mantener futuras relaciones de ese menor con otras personas. Esa relación va a ser insegura y desorganizada por lo que el menor no puede anclarse como una figura segura a su cuidador, lo cual va a tener consecuencias en su visión del mundo.
Alguno de los efectos que han aparecido en estos menores están relacionados con el sentimiento de inseguridad, miedo a perder al padre o la madre, actuar conforme a edades inferiores, alteraciones bruscas de humor, negación de la situación de violencia o desvalorización de su importancia, tendencia a normalizar el sufrimiento y la agresión como formas de relación, aprendizaje de modelos violentos y posibilidad de repetirlo en el papel de agresor, asumir papeles de padre o madre con sus hermanos menores, síntomas de estrés postraumático( insomnio, pesadillas, fobias, ansiedad, etc…)
De todas estas consecuencias hablaremos en el curso Consecuencias de la violencia de género en menores que inicia su primera convocatoria el 15 de octubre. Más info aquí.
Bea Guerra, Psicóloga, tanto en el ámbito público, como privado, con proyectos preventivos y de intervención pisco-socio-educativos en diferentes colectivos. Programas de atención psicológica individual, grupal y familiar con distintas problemáticas y poblaciones.