Igualdad en el empleo

Recientemente, en el Ayuntamiento de Narón (A Coruña), y gracias a la iniciativa de  la Concejalía de Igualdad, tuvimos la ocasión de debatir con representantes de empresas y entidades, y también con particulares, la realidad de la desigualdad en el empleo. El taller tenía como objetivo analizar el mundo laboral «con las gafas violetas», con la perspectiva de género, entendiendo ésta no sólo como objetivo en sí misma sino como elemento que nos sirva para detectar discriminaciones, tanto legales como reales, como directas o indirectas.

La verdad es que fue breve en cuanto a presencia pero interesante en cuanto a participación e interés. Si bien es cierto que no nos dio mucho tiempo (el taller era de 50 min) a compartir buenas prácticas sobre el tema, que era uno de los objetivos, una herramienta se hizo presente como metodología para abordar esta problemática: el Plan de Igualdad en la Empresa.

El Plan de Igualdad no es más que poner sobre un documento qué puedo hacer yo como empresa para contribuir a reducir la brecha de género existente entre hombre y mujeres. Hablamos de trabajo doméstico, de división sexual de trabajo (un interesante vídeo que compartimos hkps://www.youtube.com/watch?v=S-jJGqLaTRc) en definitiva, partimos de la idea de que no salimos con las mismas cargas a acceder a un puesto de trabajo en igualdad de condiciones, así que es mucho más que igualdad en la selección de personal o igualdad en la definición de puestos de trabajo, aunque también por ello hay que empezar, pero el análisis crítico debería ir mucho más allá y preguntarnos si no necesitábamos también un plan de igualdad para nuestra familia, para nuestro hogar. Como decíamos, hablar de Igualdad en el Empleo es hablar de la base de las desigualdades entre hombres y mujeres,  sino nuestra historia se quedaría coja, es hablar del papel que desempeñamos en la sociedad, es hablar de FEMINISMO, es hablar de estereotipos y roles.

Hablamos de los factores o elementos que reproducen las desigualdades en la empresa, pero también de sus consecuencias (menor tasa de actividad laboral, mayor desempleo, temporalidad, precariedad, economía sumergida, discriminación salarial, segregación ocupacional, feminización da pobreza, menor presencia en puestos de decisión…¡la lista es muy larga!), haciendo hincapié, en definitiva, en que una buena idea de luchar contra esta lacra es visibilizar ejemplos de empresas que lo están haciendo bien (o al menos intentándolo…) a través de sus planes empresariales.

El Plan de Igualdad en la Empresa necesariamente ha de pasar por un diagnóstico inicial, un análisis detallado de la situación actual, antes de pasar al diseño de las políticas de igualdad, a implantar las acciones pertinentes y, por supuesto, a establecer un mecanismo de seguimiento y evaluación periódica, algo de lo que se carece, en la mayoría de los casos. Acceso al empleo, promoción, retribución, reordenación del tiempo de trabajo, medidas contra el acoso… Los pasos pueden ser múltiples pero hay un mínimo que se debería cubrir.

¿Tu empresa/entidad/asociación todavía no tiene Plan de Igualdad? ¡Podemos ayudarte! Escríbenos a femlegal@femlegal.es y descubre cómo.

Ana García.

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